Hace algunas semanas que hice público el descubrimiento de que los jubilados dedicamos entre dos y tres horas al día a cambiarnos de ropa e invité a todos a encontrar soluciones al dichoso problema. Por mi parte, yo he dedicado varias sesiones de natación al asunto pero, por definición, las tonterías van por libre y no he sido capaz de dar con un tratamiento eficaz que nos ayude a recuperar el tiempo que perdemos con tanto cambio de ropa. Aunque yo he arrojado la toalla, todavía mantengo la esperanza de que algún compañero sea capaz de aportar alguna solución al respecto.
En esa situación, hoy -en la piscina otra vez- he notado una nueva inquietud. Si vamos a encontrar alguna solución que resuelva nuestro problema y, en consecuencia, vamos a disponer de dos o tres horas más a lo largo del día, hay que pensar qué es lo que vamos a hacer durante ese tiempo que ganamos. ¿ver más TV? , ¿más paseos?. El día se nos va a hacer más largo y, seguramente, vamos a tener que convocar otro concurso de ideas para llenar ese hueco.
Si es así, yo me adelanto y propongo que dediquemos ese tiempo a cambiarnos de ropa que, pensándolo bien, es un excelente ejercicio para mantenerse en forma si se cumplen algunos requisitos.
Así, a modo de ejemplo, es importante utilizar mucho el cambio de camisetas y pantalones para ejercitar tanto las extremidades superiores como las inferiores. También hay que tener en cuenta lo desaconsejable que es el uso de cremalleras porque el manejo de botones y ojales ayuda a combatir la artritis de las manos. Y, por supuesto, es absolutamente recomendable utilizar calzado con cordones porque atarlos fortalece la musculatura abdominal.
Por todo ello, volviendo al inicio del asunto que nos ocupa, hemos aceptado que durante nuestra época de activos dedicábamos menos tiempo al cambio de ropa que ahora de jubilados. Pero viendo que esa actividad parece más saludable que ver TV, lo más sensato es dejar las cosas como están, aceptar que el frecuente cambio de ropa no es tan nocivo como pueda parecer en un principio y que lo bueno es que podamos seguir haciéndolo solos, y sin ayuda de nadie, durante mucho tiempo.