Desde que la escuché por primera vez, quedé impresionado por esta frase tan inapelable y que lleva implícita otra frase todavía más rotunda. El que no hace nada no se equivoca nunca.
Es una frase que utilizo con frecuencia. Muchas veces la digo -incluso a mí mismo- para levantar el ánimo del que comete el error. Pero, sobre todo, la uso para elogiar cualquier iniciativa y para estimular la acción frente a la pasividad. Porque, desde luego, prefiero al metepatas que al indolente.
Esa frase la aprendí de una compañera hace ya muchos años -ignoro si era suya o lo aprendió de otros- y, como digo, la utilizo muchísimo porque, afortunadamente para mí, somos bastantes personas las que nos equivocamos con frecuencia; los que, sin miedo al error, nos atrevemos a dar una opinión o hacer algo que consideramos útil para los demás asumiendo el riesgo del posible fracaso.
Esta frase es solo una pequeña muestra de lo mucho que aprendí de mis compañeros. Porque confieso que he sido siempre un gran “copión”. En mi caso concreto, por las circunstancias que fuesen, aprendí más de ellas que de ellos. Pero absolutamente todos me han enseñado algo, ya sea cualidades que copiar o defectos a evitar.
Y es que, la relación con los compañeros de trabajo, con sus enseñanzas, es lo que más echo de menos en la jubilación. Compartir opiniones, inquietudes e ilusiones con ellos ha sido, sin duda alguna, el mejor provecho que he sacado de mi época activa.
Ahora, sin obligaciones horarias, procuro estar al corriente de la actualidad y, para eso, escucho las noticias y leo periódicos. Pero allí se cuentan las cosas “importantes” y lo que yo busco son noticias cotidianas: qué voy a hacer en Navidad, la última receta de cocina que probé, cómo pasé la pandemia, donde pienso vivir la última etapa de mi vida, etc. En definitiva, echo de menos el diálogo corriente con mis compañeros que tanto me ha enriquecido.
Es por eso que intento mantener el mayor contacto posible con mis excompañeros. A los que siguen en activo los dejo en paz, que ya me tocó a mí padecer a algunos jubilados coñazos.
Y ese mayor contacto entre nosotros es uno de los propósitos esenciales de la Asociación de Veteranos de El Corte Inglés. Su página web - aveci.es- pretende ser un punto de encuentro para todos los que hemos trabajado en ECI. A través del Foro de la propia página o presencialmente en las reuniones que periódicamente se convocan, deberíamos ser capaces de compartir nuestras reflexiones, beneficiarnos mutuamente de nuestras diferentes experiencias y, como siempre hicimos, sacar el mayor provecho los unos de los otros.
Así que, os animo a que visitéis la página y que, sin miedo a equivocaros, porque estamos entre amigos, nos contéis vuestra cotidianidad, vuestros recuerdos o vuestras ilusiones y proyectos permitiéndonos a los demás disfrutar de ellos y mejorarlos si cabe.